1.12.09

EL EMBALSE DE LOS LUCIOS

Ya hace varios días de esta reunión de pescadores en la inmensa provincia vecina de Badajoz. Quedan muchas sensaciones y muchas imágenes en mi mente de esas agradables horas. Las risas y el buen humor durante el largo viaje. Los nervios a la llegada al bellísimo paraje donde pasamos el día. El reencuentro con los compañeros que, desde diferentes puntos de nuestra geografía, se dieron cita en estas orillas. Los primeros lances. El explosivo ataque de un lucio que me dejó con la miel en los labios. La larga espera al acecho de las desconfiadas carpas. El almuerzo. La despedida. EL atardecer...
Todo pasó muy rápido.
Os dejo las fotos del día.












Sólo me queda agradecer la asistencia a todos los que vinísteis.
Hasta pronto.

1.11.09

CARPAS DE OTOÑO

De nuevo en el trabajo, en una de las numerosas ocasiones en las que coincido con Javi, surge la idea de hacer una salida a la provincia de Badajoz. Un par de días más tarde, Eduardo y Antonio, que habían quedado para salir de pesca juntos, se nos unen.
De nuevo el calor se hizo notar desde las primeras horas del día, algo realmente anormal para la época en la que nos encontramos. Pero claro, para la pesca es una circunstancia favorable. Los peces siguen activos. Llegamos a una de las colas del embalse elegido, repartiéndonos en parejas: Antonio y Eduardo por una orilla y Javi y yo por la contraria. Tras una larga caminata llegamos a una zona en la que se concentraban los peces. El agua era muy turbia y los peces no veían las moscas, pero claro, también era más sencillo aproximarse a ellos. Allí conseguí mi única captura del día. Una preciosa carpa común que rondaba los seis kilos que, con la valiosa ayuda de Javi (gracias amigo) pude sacar del agua con todas las garantías. Allí coincidimos con nuestros compañeros Edu y Antonio, que viendo la actividad en aquel rincón intentaron probar suerte. Yo seguí caminando hacía un lugar que conocía, con la esperanza de encontrar algunos barbos que tuve la oportunidad de ver en una visita anterior. Tras caminar casi sin parar durante una hora, viendo sólo un par de peces, decidí darme la vuelta y regresar en busca de mis compañeros. Al encontrarme con ellos me comentan que Antonio había conseguido una buena carpa común en el lugar en el que los dejé cuando me fui. Estaba claro que la actividad se concentraba en aquella cola. Llegó la hora de almorzar, momento que aprovechamos para contarnos nuestras batallitas y bromear un buen rato. Nos desplazamos a otra de las colas del embalse pero ya sin la compañía de Antonio, que debía regresar a casa. Así que nos quedamos Javi, Edu, y yo. A pesar de ver muchos peces, no conseguimos ninguna carpa más. Javi, mientras tentaba a un buen ejemplar con un ninfón, capturó un black bass de medio kilo que, como buen oportunista, merodeaba por la nube de lodo buscando algo que llevarse a la boca. La tarde terminaba y las fuerzas flaqueaban, por lo menos por mi parte, finalizando así una jornada de pesca muy calurosa, de mucho caminar y muy divertida.
De vuelta a casa, los inmensos campos extremeños, teñidos de rojo por la luz del atardecer, pasaban y pasaban como un decorado inigualable, recordándonos que debíamos volver pronto por estas bellas tierras.
Hasta pronto

25.10.09

ENTRE SETAS Y PECES

Por fin parece que el tiempo está cambiando. Esta semana han bajado un poco las temperaturas y hemos tenido alguna que otra tormenta. Habíamos pensado para este sábado salir en busca de setas. El día amaneció completamente despejado y en las primeras horas de luz ya se intuía que sería una jornada de mucho calor... si, otra vez calor. Esta circunstancia hizo que fuéramos cambiando el plan del día a medida que nos alejábamos de la capital. Lo que iba a ser un día de setas se convirtió en un día tomando el sol en la orilla de un embalse. El hecho de que tuviera en el coche el equipo de pesca desde la quedada del sábado pasado fue la guinda del pastel. Con el agua en completa calma se veía perfectamente como barbos y carpas daban buena cuenta de las "aluas" que flotaban en la superficie. No esperaba esa actividad pues ya está casi finalizada la temporada de ciprínidos. Con una imitación de escarabajo de pequeño tamaño, que no se parecía a una hormiga en nada... conseguí varias capturas. Junto a unas rocas, unas burbujas ascendentes llaman mi atención. Allí seguro que había una carpa de uno o dos kilos comiendo. Puse una ninfa lastrada y la dejé caer en la vertical de la columna. Pasaron unos segundos y el burbujeo cesó. Era el momento de dar un suave cachetazo. Una repentina arrancada a una velocidad increíble me dio a entender que había clavado un buen barbo. La potencia del pez era tal que creía haberlo enganchado por la cola. Entonces comenzaron mis dudas... El tipet era un Asso Ultra del 22 que sin duda no resistiría demasiados roces con las aletas del pez. Además no llevaba sacadera. Cuando el pez llevaba sesenta o setenta metros de carrera empecé a apretar el freno pues aquello se ponía feo. A pesar de todo la linea seguía saliendo a una velocidad endiablada. Decidí aflojar el freno para que el pez dejara de notar tensión y se relajara. En unos segundos cambio de trayectoria y comenzó a desplazarse en paralelo a la orilla. Estaba alucinado por lo que me estaba pasando. Madre mía, ¿que es lo que tenía al otro lado de la linea? Fuera lo que fuera me las iba a hacer pasar canutas. De repente el pez vuelve a girar y se viene flechado hacia mi, quedándose a muy pocos metros, algo que no es para nada usual. Ya que lo tenía cerca quise subirlo a la superficie para ver de qué se trataba, pero por más que tiraba de la caña hacia arriba aquello no subía un sólo centímetro. De repente otra carrera lleva la linea hasta el centro del embalse. Con medio backing fuera decido arriesgar un poco más y aprieto el freno media vuelta. Comienzo a recoger muy lentamente bombeando con la caña cruzando los dedos para que el bajo no se rozara con nada y diera al traste con aquello. Con el pez a unos diez metros veo que sube a la superficie, mostrándome su enorme lomo oscuro. Aquello no era un barbo robado, se trataba de una enorme carpa que venía prendida por la boca. Mis dudas aumentaban... ¿como iba a sacar del agua a aquel pez sin sacadera? Debía acercarla a la orilla todo lo posible, sujetar el bajo con una mano, con la otra asir al pez por la boca y después meterlo en la red. Mucho más fácil hubiera sido haberlo agarrado por un opérculo, pero en el primer coletazo le causaría un desgarro. La boca era la única alternativa. Poco a poco lo acerqué a la orilla y después de seis o siete veces lo pude agarrar por la enorme boca. Rápidamente, Carmen, que presenció toda la escena, sacó de mi mochila la red en la que metí con un gran esfuerzo al pez.
90 centímetros y 9,5 kilos de puro músculo. Estaba exhausto por la tensión del momento. Dejamos al pez un buen rato metido en el agua y luego nos hicimos las fotos para inmortalizar a aquel bello animal.No recuerdo una lucha tan potente, delicada y emocionante con ningún otro pez. La bella carpa volvió a su medio completamente recuperada. Espero que descanse este invierno y se prepare para la próxima primavera, en la que cumplirá su importante misión reproductora. Si además se deja pescar otra vez...
Hasta pronto

21.10.09

LA EXCUSA ES LA PESCA...

Desde hace varios días, se ha ido fraguando en el foro de pescamoscasevilla una salida de pesca en grupo. Poco a poco se sumaron amigos desde distintos puntos de nuestra geografía andaluza. Es lo bueno que tiene la red... el "ciber roce" hace el cariño. Se iba acercando la fecha e impotente veía como mis circunstancias personales me lo ponían cada vez más difícil para acudir a dicho encuentro. El día anterior surgió un problema en el trabajo que me obligó a estar sin parar hasta muy entrada la madrugada. Otro compromiso, también laboral, hizo que la mañana del sábado la pasáramos en otros menesteres, no menos importantes. La cuestión es que el mismo sábado, sobre la una de la tarde, salí hacia el punto de encuentro en el que me esperaban los compañeros del foro. Tenía muchas ganas de reencontrarme con todos y el viaje de ida se me pasó muy rápido. Al llegar, la amabilidad y el cariño del personal, marcaron la agradable acogida. Fueron muy pocas horas para mi, pero las suficientes para hacer que mereciera la pena haber acudido. Casi sin darme cuenta pasó el tiempo y cuando quisimos acordar anocheció y el encuentro llegó a su fin. Fueron horas en las que me evadí de las mil cosas que tenía en la cabeza...
A todos los que acudieron... Gracias
Hasta pronto

22.9.09

DE LA GARGANTA VERDE A POR GRANDES CARPONES

Como dice el título de esta entrada la Garganta Verde era nuestro objetivo, pero las copiosas lluvias que han caído en la Sierra de Cádiz a lo largo de estos últimos días han hecho que, a pesar de tener los permisos necesarios y el material preparado, desistamos del intento. Así que este Lunes, festivo en la localidad en la que trabajamos Javi y yo, acabamos en un embalse con nuestras cañas y kayaks. Una vez llegados, llenos de ilusión y ganas, dejamos los coches y comenzamos a alejarnos con las embarcaciones. Fui yo el primero en poner pie en tierra para investigar en una primera orilla. La actividad era nula y en el rato que permanecí en aquel lugar lo hice sin dar un sólo cañazo. Javi paró un centenar de metros más allá. En pocos minutos me llama por la radio y me dice que tiene prendida una carpa que sacaría del agua sin problemas... Pasan unos minutos cuando me vuelve a llamar para decirme que sigue luchando con ella. Viendo que pasaba el tiempo decido acercarme con el kayak para ver que pasaba. Cuando veo a mi amigo lo encuentro con la caña hecha un ocho, completamente arqueada y en el agua un pez dando fortísimos coletazos. Desembarqué como pude, y con la sacadera ayudé a mi compañero a sacar al pez. Era mucho mayor de lo que pensábamos. Fue un lance que Javi no olvidará fácilmente pues pulverizó su record de carpa a mosca. El pez era realmente precioso. Tras las felicitaciones lógicas por la alegría de ambos en aquel momento proseguimos la jornada. Javi por una orilla y yo por la contraria fuimos barriendo el embalse. Yo no conseguía ver ni un sólo pez, sin embargo mi compañero no paraba de acechar carpas. Lo veía desde lejos agazapado y completamente mimetizado en el paisaje. Otra llamada de mi amigo avisandome de otra buena captura me hizo "volar" a todo trapo con mi kayak hasta su posición. De nuevo otra espectacular carpa había sucumbido a su ímpetu y tesón. Desde luego es un magnífico pescador que nos deleitará con muchas capturas como las de esta entrada. Yo seguía sin tener suerte. Conseguí clavar dos buenos ejemplares que acabaron metidos en los innumerables árboles sumergidos, rompiéndome el bajo y dando al traste con ambas capturas. Seguimos intentándolo en un lugar muy alejado de nuestro punto de partida (luego había que volver...) Allí por fin comienzo a ver más peces, dándome la opción de seleccionar a los más grandotes. Caminando hacia el kayak me encuentro de frente con un enorme ejemplar que, como a unos diez metros de la orilla, se desplazaba de forma errática, sin mostrar mucho interés por comer. Me quedé parado a la espera de alguna reacción del animal, pero este pasaba de largo sin arrimarse a la orilla para comer algo. Cuando se iba hice un lance bastante largo y dejé hundirse la mosca en su trayectoria. El pez la vio pero no picó. Hago un lance mucho más alejado y la respuesta esta vez fue positiva. La mosca acabó dentro de su boca... entonces comenzó una lucha de las que no se olvidan. El pez tiraba como una auténtica locomotora hacia los árboles sumergidos. No me dejó otra opción que apretar el freno casi a tope y aguantar. A los quince minutos la saqué del agua. Era realmente grande y muy fuerte.
Desde luego no todos los días se consiguen capturas como estas. Las tres carpas sumaban veinte kilos... si añadimos el entrañable ambiente del que disfrutamos mi compañero y yo ¿qué más se puede pedir?
P.D. Por peticion de mis amigos, os pongo el tipo de cangrejo que mejor me va con las grandes carpas.

Más sobre esta jornada en Big Fish Sevilla

Hasta pronto.

5.9.09

ENTRE PECES Y MONTAÑAS

Siempre que volvemos de hacer algún viaje por nuestro país en el que hemos conocido lugares nuevos, siento una especial necesidad por reencontrarme con alguno de los parajes en los que nací como pescador. Uno de estos rincones está en plena campiña gaditana, donde el Guadalete es represado y se ensancha, invadiendo una gran llanura. En estas playas de agua dulce de suaves orillas y bello y contrastado paisaje, descubrí grandes cosas, algunas de las cuales cambiaron el rumbo de mi vida para siempre. Al pescar en sus bajíos es difícil evitar que se me vayan los ojos hacia las enormes moles calcáreas de la Sierra de Grazalema que, como grandes gendarmes, vigilan desde las alturas todo el valle del Guadalete, desde su nacimiento hasta su desembocadura en el mar. Hace muchos años, pescando junto a mi padre estas orillas, me comenzó a intrigar una cuestión... ¿cómo se verá este embalse desde aquellas cumbres? Unos meses después, mi hermano Antonio y yo, pisamos la cima del Torreón, la más llamativa de todas, que con sus 1654 metros de altura sobresale imponente por encima de las demás. Fue un día nublado, en el que no pudimos gozar mucho tiempo de las grandes vistas que normalmente ofrece este majestuoso mirador. Tan sólo se abrió un hueco durante unos minutos, pero fue suficiente para ver la mancha azulada del embalse, haciéndose realidad una de mis ilusiones. Pero las vistas iban mucho más allá: El Estrecho de Gibraltar, detras la silueta de la Cordillera del Rif en Marruecos, todo el Sistema Penibético y hasta las altas cumbres de Sierra Nevada. Sobrecogedor.

Maravillados por aquellas arrebatadoras sensaciones, tuvimos muy claro que el gran esfuerzo que supone subir una montaña se ve compensado con creces al llegar a la cima. Así nació nuestra profunda afición por la montaña, que tanto mi hermano como yo mantenemos viva.
Aquella fue la primera gran cumbre. Luego siguieron las de la Sierra de Ronda, el Torcal, Tejeda y Almijara, Sierra Nevada, Cazorla, la Sagra, Gredos, Picos de Europa, Los Pirineos, El Atlas, etc... La culminación de esta aventura montañera llegó con las acensiones en Los Alpes, una de las grandes maravillas de nuestro planeta, donde caminas literalmente por el cielo...

Realmente aquella visión desde las aguas del Guadalete cambió mi vida...
Tras la vuelta de nuestra reciente visita a las tierras leonesas, decidimos pasar una tarde en este entrañable lugar.
Mientras acechaba a las carpas me asaltaban muchas de estas sensaciones del pasado, pasándose las horas sin darme cuenta. Ahora que el embalse está casi lleno, los paisajes acentúan su belleza. Los peces fueron saliendo uno detrás de otro. Mientras soltaba una carpa, por el rabillo del ojo veía la siguiente deambulando en busca de alimento.

En poco tiempo más de una docena de ellas cometieron el error de creer que aquella ninfa destartalada era algo interesante que llevarse a la boca.


Con el sol todavía muy alto emprendimos precipitadamente la vuelta a casa... Trufa, en una de sus carreras se clavó un alambre de espino. Preocupados por la inflamación de una de sus patas pusimos tierra de por medio para, en poco más de una hora, estar en la consulta del veterinario en Sevilla. Allí le practicaron las primeras curas a nuestra perrita
Así transcurrió la tarde del lunes en uno de nuestros rincones preferidos...
Una semana después Trufa sigue convaleciente por la seria infección, de la que ha mejorado considerablemente con los días gracias a un fuerte tratamiento.
Hasta pronto.

23.8.09

A POR LOS LUCIOS CASTELLANO LEONESES

Han sido pocos los días que hemos podido disfrutar en esta parte de nuestro variopinto país en busca de los lucios veraniegos. En total dos jornadas de pesca en lugares muy alejados entre si, que, además, han servido para reencontrarnos con mis padres, a los que ya hacía tiempo que no veíamos.
La primera de las jornadas fue de reencuentro con un río ya conocido y del que quedé prendado la primera vez que lo visité. El verano pasado lo pesqué sin ningún resultado (en forma de captura) lo que no significa que no disfrutara como un niño pequeño metido en sus aguas y descubriendo sus rincones...

Pero en esta ocasión sus orillas estaban muertas... Era muy evidente que se había realizado un descaste de lucios pocos días antes. Cientos de cadáveres de cangrejo yacían en el lecho de las márgenes del río. Parece que estos no resisten las descargas eléctricas que adormecen a los grandes exócidos antes de ser capturados. Estas descargas sacan a flote a los peces en un radio de acción de varios metros. El amperaje necesario para adormecer a un gran lucio, hiere gravemente a toda la minitalla existente en los alrededores, sea de la especie que sea. Estos pequeños peces se irán flotando, moribundos, y no dejan rastro en la zona, pero los cangrejos se hunden, quedando en el lecho como muestra de que dicha orilla ha sido arrasada por un fín, a mi parecer, más que cuestionable. En la comunidad de Castilla y León se considera al lucio como gran responsable de la desaparición de la trucha autóctona en los cursos bajos de sus ríos. Curiosamente, otras especies alóctonas y también depredadoras son aceptadas de buen gusto, como son la trucha arcoiris y el hucho. No lo entiendo... Según pude hablar con viejos pescadores de la zona, la principal causa de esta desaparición es la degradación de las aguas, que nada tienen que ver con las de hace cuarenta o cincuenta años. Creo que exterminar al lucio no es la solución del problema.
Bueno, dicho esto os sigo contando.
Con aquel panorama, sólo quedaba escudriñar en todos los rincones con la esperanza de capturar algún pez y disfrutar de los hermosísimos parajes de aquella ribera.Pasó el día y con un dolor en el hombro derecho que no me lo merecía decidímos terminar la jornada de pesca.
La segunda fue a casi doscientos kilómetros, más al norte, en otro lugar paradisiaco en el que además pesqué junto a mi padre. Fue una jornada llena de alegrías y buenos momentos y además los dos capturamos peces.
Fueron de pequeño tamaño, pero el hecho de que fuera el estreno de mi padre con los lucios, le dio un toque emotivo al día.

Al atardecer decidí pescar en un increíblemente ancho remanso, lleno de apostaderos y zonas calientes. Con el agua al límite del badeador me fui adentrando, lanzando en todos los rincones que podía. Entre las columnas de algas, bajo los árboles, tras las piedras... Llegué a un lugar en el que avanzaba muy muy despacio pues parecía perfecto para albergar buenos ejemplares. Mientras seguía con la mirada el recorrido del streamer entre las algas, me dio por mirar a mi izquierda, bajo un manto de plantas flotantes, bajo el que veo la cola de una gran ejemplar pegado al fondo. El grosor de su lomo, casi una cuarta de mi mano y el hecho de que sólo veía medio pez y sobresalía medio metro aproximadamente, me dejó casi paralizado y sin saber muy bien que hacer, pues nunca había tenido un ejemplar de ese tamaño a tres metros de mi....
Sin lanzar, descolgué la mosca tras las algas, que servían de cobijo al pez, e hice que se hundiera hasta donde se encontraba. Éste, que se percató del señuelo pero no de mi presencia, avanzó sin llegar a atacar perdiendo de vista su enorme cola. De puntillas me asomo por encima de las algas y veo al animal pegado al fondo de un pasillo, entre la vegetación. Era enorme... Posé la mosca unos metros por delante y dejé que la corriente la llevase hasta él para luego moverla sugerentemente a su lado. Ante el contoneo del streamer el lucio reaccionó con un acelerón contundente, lo aspiró y se volvió a pegar al fondo. Dí un cachetazo firme y seco y el pez salió flechado hacia la superficie para luego torcer hacia el manto de algas. Pude apreciar su verdadero tamaño... Sobrepasaba el metro de longitud y era muy proporcionado. Se volvió a sumergir sin influirle en absoluto la fuerte tracción que le infringía con mi brazo. Dando potentísimas sacutidas entre la maleza para liberarse del anzuelo y ante mi absoluta impotencia, consiguió soltarse. Fueron momentos realmente increíbles. El robusto equipo del nueve quedó empequeñecido ante tal derroche de energía... Mientras el streamer quedaba de nuevo a la deriva, el majestuoso animal se marchó hacia otros algueros. Así acabó aquella historia.
Cuando recobré el aliento me di cuenta de que, entre tanto alboroto, me había metido hasta el cuello en el agua y estaba empapado. Perdí la sacadera y estropeé el walkie... Pero nada de eso me importaba. Fue un lance inolvidable.


Imagen de la enorme charca en la que viví mi pequeña aventura con el gran lucio.
Si ampliais la imagen me vereis en el centro metido en el agua, en el paraiso.

Con estas y otras vivencias nos volvimos a casa, con la sensación de que la pesca no deja, ni dejará de sorprendernos.
P.D. Quiero agradecer a Eduardo que me cediera su caja de streamers. Puse a pruebas sus eficaces antialgas permitiendome sacar mucho más partido a las jornadas de pesca.
Hasta pronto.
Este altículo tambien ha sido publicado en la revista digital PESCA2 EN LA RED

8.8.09

CASTING, SPINNING Y MOSCA DESDE KAYAK EN EL RÍO GRANDE...

Este viernes me apunté a una semijornada que tenía prevista Javi en la dársena del Guadalquivir.
Madrugamos para comenzar a dar lances con las primeras luces. Con el agua del río grande como un espejo, comenzamos a avanzar hacia el Puente del Alamillo. Mi compañero, con equipos de spinning y casting comenzó a lanzar bajo los primeros grandes eucaliptos que se encuentran en la margen derecha. Yo me quedé bajo el puente por ser un buen lugar para barbos en superficie. Desde el centro del río lanzaba de forma radial, alrededor de mi embarcación. Ya me iba sin conseguir ninguna picada cuando un chaval, que pescaba desde a orilla, me llama para consultarme unas cosillas. Después de una agradable conversación con Sebastián, que es como se llamaba, continué hacia el fondo de la dársena. Barriendo con un streamer todas las zonas de juncos en busca de basses fueron varias las picadas y una la captura conseguida. Javi, en la orilla de enfrente, continuaba su labor en busca de centráquidos, obteniendo varias capturas entre las coberturas de la zona. Más tarde me comentó como se le soltó un buen ejemplar de 1,5 kilos aproximadamente. Casualmente me encuentro de nuevo con Sebastían, que me cuenta, en una amena conversación, como se le había dado la pesca. Bajo un sol implacable y con un total de cuatro basses capturados y devueltos al agua, decidió volver sobre sus pasos. Y así dejé allí al simpático pescador, con la sensación de que volveré a coincidir con él muy pronto. Sin duda una de las cosas positivas del día.
Mientras cruzo a la orilla de los eucaliptos suena mi móvil. Era Javi para contarme que había visto algunos barbos en las sombras de estos grandes árboles. No me lo pensé y me dirigí al lugar. Con diferentes imitaciones, que fui probando mientras prospectaba las grandes umbrías, conseguí varios ejemplares. Fueron capturas muy excitantes, ya que las picadas se producían entre las enormes ramas caídas. Era realmente complicado sacar a estos potentes peces del agua entre semejante maraña de obstáculos y montado en un inquieto kayak. Fueron lances realmente emocionantes. Os dejo un vídeo en el que clavo un barbo que al final se enreda en unas ramas del fondo y se suelta.
Con el sol en lo más alto y ya junto a mi compañero, decidimos poner rumbo hacia el pantalán donde comenzamos la jornada unas horas antes.


Una mañana agradable y divertida junto a mi buen amigo Javi y en la que además he conocido a Sebastián, al que seguro que volveremos a ver.


Más sobre esta jornada en bigfishsevilla.
Hasta pronto.

5.8.09

PESCA2 EN LA RED

Quería comentaros que hace muy poquito ha nacido PESCA2 EN LA RED.La revista digital de los blogs de pesca. Es un proyecto muy interesante con el que Andrés Orts pretende hacer un compendio de entradas de los blogs de pesca de nuestro país y muchos contenidos más.
Desde aquí le deseo y auguro un éxito seguro.

28.7.09

FEDER 154

Bueno pues esta semana en cuestión de salidas de pesca no tengo nada que contar. Estamos centrados en otros asuntos mucho más importantes. Pero este pequeño parón ha coincidido con la salida del numero 154 de la revista FEDER PESCA, en el que ve la luz el artículo "LA PESCA DE GRANDES CARPAS A MOSCA" que he tenido la suerte y el placer de escribir. En él doy algunos consejos que podrán ayudar a la hora de capturar a estos grandes ciprínidos. Sólo deseo que os guste y que os resulte útil.
Para terminar quiero agradecer a Carmen su infinita paciencia y su buen hacer con la fotografía. Tambien felicitar a Javi Mateos por la foto de la cabecera del artículo. Gracias amigo.
Hasta pronto.