22.3.10

TARDE EXPLOSIVA...

Este domingo, tras recoger a Carmen del trabajo, escapamos para tomar un poco el aire. Había poco tiempo, pero las ganas de ver el campo nos empujaban a desplazarnos unos kilómetros a las orillas de un embalse cercano. Media hora de coche y ya estábamos disfrutando del nuevo paisaje que presenta este querido lugar para nosotros. La superficie pescable ha aumentado considerablemente con el agua acumulada, encontrándonos con varias colas llenas que desde hacía varios años no existían.



Con muchas ganas comienzo a escudriñar por la orilla y descubro con alegría que hay cierto movimiento. Carpas y barbos se reparten aquí y allí comiendo con algo de desconfianza pero dando signos de que están despertando a la llegada de la primavera. La verdad es que el agua está todavía un poco fría y eso se nota en el comportamiento algo ralentizado de sus habitantes.
En poco tiempo capturo un par de carpas y barbos con una montana clásica. La linea #6 garantizaba una cierta precisión a la hora de presentar la mosca a media distancia.


(Os recuerdo que, por estar en época de veda en Andalucía, los barbos deben ser devueltos al agua inmediatamente)

Mientras tanto, Carmen andurreaba detrás de mi, haciendo fotos a todo lo que nos ofrecía el despertar del campo en esta epoca después de unos días de sol.


Caminando y disfrutando del nuevo aspecto de este precioso lugar, veo como el cielo se va oscureciendo hacia el oeste. Una enorme nube de evolución se comienza a formar verticalmente. El cumulonimbo iba poco a poco tomando tales dimensiones que al cabo de media hora no dejaba entrar casi nada de luz en su parte inferior. El aire se enrarecía, los peces fueron desapareciendo de las zonas someras y las oportunidades para pescar se esfumaron. Comenzamos el regreso al coche cuando dentro de la nube se comienzan a ver resplandores que nos hacen acelerar el paso. En pocos minutos se desató una increíble tormenta con mucho aparato eléctrico, digna de ser vivida en medio del campo, aunque Carmen, mucho más sensata que yo, no opinaba lo mismo... Ya en la seguridad del coche, de vuelta por el carril, no puedo resistir las ganas de parar para hacer fotos de los rayos. Paramos, saco el trípode y comienzo a disparar una y otra vez, esperando que en el campo de enfoque se cruce algún relampago. La cámara sólo captó el deslumbrante resplandor del cielo en pleno apogeo.


Algunos rayos cayeron alrededor y muy cerca, aviso claro de que la sesión de fotos debía terminar rápidamente. Ya por carretera y tras caer una intensa granizada, vuelvo a caer en la tentación de hacer unas últimas fotos de la tormenta que ya se alejaba en la noche. Con un poco de perseverancia y mucha suerte pude captar esta imajen.

Sin duda una tarde apasionante.
Hasta pronto

14.3.10

A MIGUEL DELIBES


Esta semana nos ha dejado Miguel Delibes. No seré yo el que descubra a estas alturas su categoría humana y literaria, sobre todo porque no soy ningún experto conocedor de su obra, en absoluto. Aun así, lo poquito que conozco de ella me ha servido de mucho. Me quedo con su forma de describir el mundo rural y la sencilla sabiduría de sus gentes mezclado con un amor por la naturaleza ajeno a toda moda politicamente correcta. Esta entrada será mi humildísimo homenaje a Miguel Delibes.
Parece casi mentira que este sábado se haya presentado con cielos despejados. Una gran oportunidad para sacarnos la espinita de todos estos meses tan complicados para pescar. Una charla con Javi y las llamadas de Álvaro (Álvarobético en los foros) e Ismael fueron suficientes para organizar el día. Llegados a nuestro embalse de destino y tras rodearlo completamente con el coche, comprobamos el altísimo nivel de sus aguas y lo impracticable de sus orillas. Decidimos cambiar de escenario. Este último estaba en las mismas condiciones, con orillas embarradas, accesos desaparecidos y un nivel extraordinario. Pero no íbamos a movernos más y allí descargamos nuestros cacharros. Javi y yo con los kayaks e Ismael y Álvaro a pie. Así nos dispersamos por aquel mar de agua dulce gaditano. Las primeras impresiones caña en mano fueron algo negativas. Nula actividad, tanto de ciprínidos, como de depredadores. Primero probé desde el kayak con los basses a unos dos metros de profundidad sin resultado alguno. En otra zona lo intenté a pie y nada de nada. Paleando Junto a Javi me comenta que ha visto peces en una zona no demasiado lejana en la que quizás con el vadeador podría tener suerte. Dicho y hecho. Me acerqué al lugar y comprobé que había cierta actividad. El agua estaba tomada con lo que era complicado ver la postura de las carpas. Pero insistiendo conseguí un par de capturas que me hicieron disfrutar mucho. Por fin se rompió la interminable racha de bolos de este año...
A la hora del almuerzo coincidimos con Gabriel y con "el negro". Fue rato muy ameno con las batallitas y el cachondeo propios de esos momentos. Más tarde retomamos la pesca, quedándonos todos cerca de la zona donde se concentraba la actividad. Algunas capturas más nos endulzaron la tarde. (Quiero recordaros que si mientras acechais a "alguna otra especie", un barbo como el de esta foto toma vuestra mosca y es capturado, debe ser devuelto al agua por ser época de veda para este ciprínido)
Ya a la hora de recoger Álvaro nos sorprendió con un precioso bass que pescó desde el kayak de Javi. Todos disfrutamos de aquel momento y de la belleza de aquel pez...
Así terminó esta jornada divertida y repleta de momentos para recordar. Espero que las lluvias nos den una pequeña tregua y podamos repetir pronto... aunque ya para el jueves se anuncia un nuevo frente...
Hasta pronto

3.3.10

UNA GRAN CAPTURA...

Dar una vuelta estos días por algunos de los embalses o ríos que nos rodean es algo sencillamente impresionante. La enorme cantidad de agua acumulada está brindando un espectáculo digno de ver. Este sábado, en uno de los embalses de la provincia de Huelva, vimos muy de cerca como funcionaban al 100x100 las turbinas de la presa mientras generaban electricidad. El agua salía con una enorme presión haciendo un ruido ensordecedor.
El Guadalquivir a su paso por la localidad de Alcalá del Río ha multiplicado su caudal por 250. De 10 m3/s, que es lo que suele llevar normalmente, ha pasado a 2500... bestial¡¡¡ Aunque es poco si lo comparamos con los 6900 m3/s del año 63, año en el que inundó la ciudad de Sevilla de manera catastrófica.
El domingo visitamos el embalse José Torán. Nos sorprendió con un nivel de agua extremo y desaguando por sus rebosaderos. La forma cóncava y desplomada de la presa hace que el agua caiga al vacío medio centenar de metros. El campo invitaba a pasear. En una de las colas de este embalse hice lo propio para conseguir sacar algún pez del agua.Linea del seis y ninfas muy lastradas, para pescar "al agua", fueron mis armas. Caminé durante un buen rato en busca de indicios de algún pez cerca de la orilla. Mientras avanzaba iba observando los estragos que han causado las lluvias. La ausencia prolongada de peces en las capas más superficiales desde hace demasiados meses pudo ser el motivo por el que me encontrara con numerosos cormoranes muertos. Más adelante, al cruzar un arroyo tributario, me encontré el cadáver de un enorme toro que seguramente fue arrastrado por la fuerza del agua tras alguna tromba. Ni los más fuertes están exentos de riesgo cuando la naturaleza se muestra con toda su furia.A unos metros de la desembocadura de dicho arroyo, en el centro de la cola, vi unas burbujas interesantes. Permanecí allí un buen rato esperando si el pez se dejaba ver y se ponía a tiro de mosca... cosa que hizo, pero con una desconfianza absoluta. Se trataba de una buena carpa de unos tres kilos, que no se dejó pescar, pero si fotografiar... Algo es algo.
De vuelta al coche, tanto Carmen como yo, caminábamos contrariados por la cantidad de basura que sigue plagando las orillas de este precioso lugar. Lo vimos claro e hicimos una pequeña batida a lo largo de unos trescientos metros, recogiendo todo lo que pudimos. En menos de una hora teníamos junto al coche lo que sería nuestra gran captura del día. Como bien dice Carmen, recoger basura no es agradable, pero ver como queda un tramo de orilla después de limpiarlo produce una gran satisfacción. El problema viene a la hora de meter toda esa porquería en el coche... mejor no doy detalles.No es la primera vez que recogemos basura en este lugar, ni creo que la última. Ojalá se tome conciencia de lo sencillo que es mantener el campo limpio y aprendemos a no dejar nuestra basura. Es triste que a estas alturas tengamos que formular estos deseos tan básicos, pero está claro que queda mucho por recorrer.
Hasta pronto