23.8.09

A POR LOS LUCIOS CASTELLANO LEONESES

Han sido pocos los días que hemos podido disfrutar en esta parte de nuestro variopinto país en busca de los lucios veraniegos. En total dos jornadas de pesca en lugares muy alejados entre si, que, además, han servido para reencontrarnos con mis padres, a los que ya hacía tiempo que no veíamos.
La primera de las jornadas fue de reencuentro con un río ya conocido y del que quedé prendado la primera vez que lo visité. El verano pasado lo pesqué sin ningún resultado (en forma de captura) lo que no significa que no disfrutara como un niño pequeño metido en sus aguas y descubriendo sus rincones...

Pero en esta ocasión sus orillas estaban muertas... Era muy evidente que se había realizado un descaste de lucios pocos días antes. Cientos de cadáveres de cangrejo yacían en el lecho de las márgenes del río. Parece que estos no resisten las descargas eléctricas que adormecen a los grandes exócidos antes de ser capturados. Estas descargas sacan a flote a los peces en un radio de acción de varios metros. El amperaje necesario para adormecer a un gran lucio, hiere gravemente a toda la minitalla existente en los alrededores, sea de la especie que sea. Estos pequeños peces se irán flotando, moribundos, y no dejan rastro en la zona, pero los cangrejos se hunden, quedando en el lecho como muestra de que dicha orilla ha sido arrasada por un fín, a mi parecer, más que cuestionable. En la comunidad de Castilla y León se considera al lucio como gran responsable de la desaparición de la trucha autóctona en los cursos bajos de sus ríos. Curiosamente, otras especies alóctonas y también depredadoras son aceptadas de buen gusto, como son la trucha arcoiris y el hucho. No lo entiendo... Según pude hablar con viejos pescadores de la zona, la principal causa de esta desaparición es la degradación de las aguas, que nada tienen que ver con las de hace cuarenta o cincuenta años. Creo que exterminar al lucio no es la solución del problema.
Bueno, dicho esto os sigo contando.
Con aquel panorama, sólo quedaba escudriñar en todos los rincones con la esperanza de capturar algún pez y disfrutar de los hermosísimos parajes de aquella ribera.Pasó el día y con un dolor en el hombro derecho que no me lo merecía decidímos terminar la jornada de pesca.
La segunda fue a casi doscientos kilómetros, más al norte, en otro lugar paradisiaco en el que además pesqué junto a mi padre. Fue una jornada llena de alegrías y buenos momentos y además los dos capturamos peces.
Fueron de pequeño tamaño, pero el hecho de que fuera el estreno de mi padre con los lucios, le dio un toque emotivo al día.

Al atardecer decidí pescar en un increíblemente ancho remanso, lleno de apostaderos y zonas calientes. Con el agua al límite del badeador me fui adentrando, lanzando en todos los rincones que podía. Entre las columnas de algas, bajo los árboles, tras las piedras... Llegué a un lugar en el que avanzaba muy muy despacio pues parecía perfecto para albergar buenos ejemplares. Mientras seguía con la mirada el recorrido del streamer entre las algas, me dio por mirar a mi izquierda, bajo un manto de plantas flotantes, bajo el que veo la cola de una gran ejemplar pegado al fondo. El grosor de su lomo, casi una cuarta de mi mano y el hecho de que sólo veía medio pez y sobresalía medio metro aproximadamente, me dejó casi paralizado y sin saber muy bien que hacer, pues nunca había tenido un ejemplar de ese tamaño a tres metros de mi....
Sin lanzar, descolgué la mosca tras las algas, que servían de cobijo al pez, e hice que se hundiera hasta donde se encontraba. Éste, que se percató del señuelo pero no de mi presencia, avanzó sin llegar a atacar perdiendo de vista su enorme cola. De puntillas me asomo por encima de las algas y veo al animal pegado al fondo de un pasillo, entre la vegetación. Era enorme... Posé la mosca unos metros por delante y dejé que la corriente la llevase hasta él para luego moverla sugerentemente a su lado. Ante el contoneo del streamer el lucio reaccionó con un acelerón contundente, lo aspiró y se volvió a pegar al fondo. Dí un cachetazo firme y seco y el pez salió flechado hacia la superficie para luego torcer hacia el manto de algas. Pude apreciar su verdadero tamaño... Sobrepasaba el metro de longitud y era muy proporcionado. Se volvió a sumergir sin influirle en absoluto la fuerte tracción que le infringía con mi brazo. Dando potentísimas sacutidas entre la maleza para liberarse del anzuelo y ante mi absoluta impotencia, consiguió soltarse. Fueron momentos realmente increíbles. El robusto equipo del nueve quedó empequeñecido ante tal derroche de energía... Mientras el streamer quedaba de nuevo a la deriva, el majestuoso animal se marchó hacia otros algueros. Así acabó aquella historia.
Cuando recobré el aliento me di cuenta de que, entre tanto alboroto, me había metido hasta el cuello en el agua y estaba empapado. Perdí la sacadera y estropeé el walkie... Pero nada de eso me importaba. Fue un lance inolvidable.


Imagen de la enorme charca en la que viví mi pequeña aventura con el gran lucio.
Si ampliais la imagen me vereis en el centro metido en el agua, en el paraiso.

Con estas y otras vivencias nos volvimos a casa, con la sensación de que la pesca no deja, ni dejará de sorprendernos.
P.D. Quiero agradecer a Eduardo que me cediera su caja de streamers. Puse a pruebas sus eficaces antialgas permitiendome sacar mucho más partido a las jornadas de pesca.
Hasta pronto.
Este altículo tambien ha sido publicado en la revista digital PESCA2 EN LA RED

10 comentarios:

Javi Mateos dijo...

joder que pasote el ssitio asi dan ganas de tratear todo el lugar palmo a palmo jejejej la foto parece una imagen de ¿donde esta wally? no se te ve apenas, enhorabuena por esos lucietes y en especial Sr. Fco, que seguro quedo mas que satisfecho.
Ya nos vemos.
Saludos

PESCA MOSCA SEVILLA dijo...

Un relato muy emocionante y parecido al que te pasó el pasado año en la misma tierra. Lastima que no pudieras inmortalizarlo con la digital, bueno, te queda la satisfaccion de saber que sigue alli y quien sabe algun dia......
Donde llevabas la camara que se salvo?
Valla cara de satisfaccion que tiene Paco con su lucio, jajajaja, felicitalo de mi parte.
Unas fotos buenisimas, y nosotros preguntandonos ¿Ondestara Luis?? como pa verlo......metido en esa tabla tan wapa.
Me alegra que os klo pasarais bien y sobre todo en familia.
Un abrazo y nos vemos.
Barbux

Miguel-Peskacor dijo...

Vaya aventura Luís! Estoy con Barbux; un relato super emocionante, y aunque no consiguieras sacar al lucio, estoy seguro de que a muchos no le importará que no haya fotos.
Una pasada la foto tuya pescando en la tabla..y la cara de tu padre con el lucio, pura satisfacción..!

Un abrazo

J.A.Villaverde dijo...

Bonitas jornadas Luis, de las que te quedan grabadas, y pescando dos generaciones, salud y que sea así por muchos años.

Leo Kutú dijo...

Hno. de los anzuelos, Luis:
Lo más "jugoso" es el reencuentro con tu padre!!!. ¡¡¡Qué lindo!!!!
En cuanto a una de las fotos, para mi es una Fly, no eres Tù metido allí, ja, ja, ja, ja.
Una gran jornada sin dudas.
Un afectuoso sapukay.
p/d: Dale a tu Padre un fuerte abrazo de mi parte. Nuevamente gracias por lo que Tù ya sabes.-

Eduardo dijo...

Luis, te puedo asegurar que este relato me ha emocionado, ya sabes que he pescado muchos años con mi padre y esto me trae gratos recuerdos, además a medida que iba leyendo, me he resistido a avanzar pues pensaba que nos ibas a sorprender con un tocho de lucio, lástima que se escapara. Sigo pensando que las líneas de mosca, bajos, etc, suponen una elasticidad demasiado grande que no permiten clavar como es debido un ejemplar de estas dimensiones. De todos modos el subidón de adrelanina seguro que fue de los que no se olvidan, un abrazo.

Eduardo/Peskacor dijo...

¡Vaya relato!Yo también estaba esperando que de un momento a otro saltara el monstruo de lucio chapoteando.
Unnn... Restaurante la Pintona, me gusta,me gusta.
¡Enhorabuena! al nuevo pescador de lucios.
Ya perdiste la caja de moscas esta primavera,ahora la sacadera,veo que pones todos los sentidos en la acción de pesca..ja,ja,ja.

Un saludo

Luis Guerrero Gómez dijo...

Holaaa¡¡¡
Disculpad mi ausencia pero es que estoy trabajando haciendo una chapuza en casa de un amigo y no me he conectado desde que colgué la entrada.
Javi, Jose, Miguel Capote , Leo Eduardo y Eduardo... muchas gracias por vuestros comentarios.
Un abrazo amigos

Josiño dijo...

Casi me alegro de que no sacases el lucio, sino me da algo. jejeje
Un lucio de un metro ya es un señor lucio y sacado en ese lugar tan bello.
Lo mejor sin duda es compartir una jornada de pesca con tu padre, y que ambos tocaseis escama.
Pensé que en el vídeo ibas a sacar un lucio, pero no.
Para la próxima, que Carmen nos vaya relatando tus evoluciones en el agua.
Menos mal que no te quedaste hasta que te salieran escamas, porque en un lugar así cualquiera se marcha.
La pena fue lo del descaste.
Coincido con los ribereños en que lo primero que hay que hacer es recuperar el estado de las aguas, ya que los salmónidos son más sensibles a la polución.
Si vuelves para las siguientes vacaciones casi que me acerco, aunque en invierno tenemos pensado salir a por algún "luciano".
Saludos Luis.

José A. Torres dijo...

Entrañable relato, Luís.....y emocionante el lance con el señor lucio.
La última foto es acojonante.....un abrazo.