Acabo de echar un vistazo en el blog de mi buen amigo Javi y me he animado a colgar algo. Me cuesta, lo reconozco y por las circunstancias cada vez más, pero me he obligado a poner una entrada, aunque no sea nada del otro mundo y más bien de forma escueta. No navego por la blogosfera como lo hacía antes, así que si no os dejo comentarios en los vuestros no os mosqueéis mucho conmigo.
De las últimas salidas de pesca me quedo con dos. La primera en la que fuí con Javí a por bases y barbos con los kayaks a echar un magnífico día. Estas jornadas siempre son una aventura y más si transcurren en escenarios como aquel. El bass de la foto fue una sorpresa y una descarga de adrenalina. Cuando pillas desde el kayak y con la caña de mosca un pez tan explosivo y de buen tamaño cualquier cosa puede pasar.
De las últimas salidas de pesca me quedo con dos. La primera en la que fuí con Javí a por bases y barbos con los kayaks a echar un magnífico día. Estas jornadas siempre son una aventura y más si transcurren en escenarios como aquel. El bass de la foto fue una sorpresa y una descarga de adrenalina. Cuando pillas desde el kayak y con la caña de mosca un pez tan explosivo y de buen tamaño cualquier cosa puede pasar.
La otra fue de hace unas semanas. Salí a echar la mañana con mi padre en plan muy tranquilo. Tiene una pierna fastidiada y apenas se aleja del coche. Con todo y con eso las capturas fueron de buen porte. El sacó varios basses y yo una buena carpa. Siempre he añorado capturar un carpón y que él me ayudara. Así fue. Menudo pez salió.
Se ha llevado dos semanas en las que cada vez que hemos hablado por teléfono me ha sacado el mismo tema... "como se doblaba la caña Luisillo" genial.
Hasta pronto...