Tras las lluvias, el embalse en el que se desarrolló nuestra última salida ha duplicado su volumen y extensión, por lo que localizar los peces, cuando mantienen poca actividad, es una ardua tarea. Después de mucho andar y palear intentando localizarlos, decido quedarme quieto en un lugar que considero querencioso. 
El sol va calentando y comienzan a moverse los peces. Pequeños grupos de carpas y barbos, algunos de los cuales pude capturar. 
Pero quería emociones fuertes y comencé a dejar pasar los peces de mediano tamaño a la espera de alguno de mayor porte. Cuando estaba a punto de marcharme, mientras caminaba hacia el kayak, veo venir de frente dos grandes barbos y uno de ellos de tamaño descomunal. Lanzar la mosca en estas circunstancias es jugar a los dados pues nunca se sabe cual de ellos la atrapará. No me lo pienso y lanzo la montana de color marrón encima del grupo. Un violento movimiento en el agua me da a entender que el de mayor tamaño es que se ha adelantado. Veo como el gran lomo oscuro se lanza hacia la mosca, parándose en seco justo antes de tomarla. De infarto... La imagen de ese soberbio animal parado delante de la imitación, pensando si aquel burruño de pelos era comestible, es algo que difícilmente olvidaré. Aquel barbo desapareció en las profundidades, dejándome con la miel en los labios de lo que podía haber sido una increíble captura. Pero el otro quedó cerca de la superficie un poco desconcertado. Vuelvo a lanzar y mientras la mosca se hundía el animal la engulle. Comenzó una bella y dura lucha por la que deduje que se trataba de un gran ejemplar, quizás mayor de lo que creía en un principio. Lo saqué, comprobé su tamaño e inmortalicé el momento. 
Mientras paleaba, de vuelta al coche, no paraba de pensar en el gran barbo que estuvo a punto de engullir la mosca. Si el que saqué del agua midió 58 centímetros... no quiero ni pensar en la lucha que hubiera tenido con el otro... mucho más grande.
El sol va calentando y comienzan a moverse los peces. Pequeños grupos de carpas y barbos, algunos de los cuales pude capturar. 
Pero quería emociones fuertes y comencé a dejar pasar los peces de mediano tamaño a la espera de alguno de mayor porte. Cuando estaba a punto de marcharme, mientras caminaba hacia el kayak, veo venir de frente dos grandes barbos y uno de ellos de tamaño descomunal. Lanzar la mosca en estas circunstancias es jugar a los dados pues nunca se sabe cual de ellos la atrapará. No me lo pienso y lanzo la montana de color marrón encima del grupo. Un violento movimiento en el agua me da a entender que el de mayor tamaño es que se ha adelantado. Veo como el gran lomo oscuro se lanza hacia la mosca, parándose en seco justo antes de tomarla. De infarto... La imagen de ese soberbio animal parado delante de la imitación, pensando si aquel burruño de pelos era comestible, es algo que difícilmente olvidaré. Aquel barbo desapareció en las profundidades, dejándome con la miel en los labios de lo que podía haber sido una increíble captura. Pero el otro quedó cerca de la superficie un poco desconcertado. Vuelvo a lanzar y mientras la mosca se hundía el animal la engulle. Comenzó una bella y dura lucha por la que deduje que se trataba de un gran ejemplar, quizás mayor de lo que creía en un principio. Lo saqué, comprobé su tamaño e inmortalicé el momento. 
Mientras paleaba, de vuelta al coche, no paraba de pensar en el gran barbo que estuvo a punto de engullir la mosca. Si el que saqué del agua midió 58 centímetros... no quiero ni pensar en la lucha que hubiera tenido con el otro... mucho más grande.Hasta pronto.
15 comentarios:
Si te pica el otro le tienes que decir a Carmen que te prepare una tila para el viaje de vuelta.
Tienes más peligro que un barbero con hipo.
Eso sí, me hubiera gustado verte posando con el otro berraco, pero no te preocupes que ya caerá alguno de esos torpedos.
Que ese que has sacado también es un "tramanco" de la leche.
Espero que os vaya todo bien.
Un saludo.
Vaya tocho, parece relleno de espuma, no quiero saber cómo era el otro.
P.D; si la semana que vienes lo coges y lo fotografias me sacarias de duda. jeje
Vaya tronco Luis.
Hace unos días vi yo un barbo en el río, seguramente el más grande que había visto hasta el momento, una pasada.
Un saludo.
Es cierto que este año los barbos están especialmente gordos y fuertes pues han tenido abundante alimento durante todo el invierno, y eso se nota...El porte de los barbos que están deambulando por las orillas de embalses y ríos es digno de ver, y ya verás como en breve nos deleitas con una de esas fotos posando con un tarugazo de los tuyos.
Saludos Luís!
Lance de los que hacen afición e Luis, a veces acciones de pesca así se recuerdan igual que si fuesen capturas, un saludo.
Muchas gracias Josiño. Fue un momento de una gran emoción, aunque quedara en el intento. Fue precioso.
Kike, el otro era muy muy gordo.Le calculo de cuatro kilos para arriba...ojala te pudiera sacar de dudas...jajaja
Álvaro,tengo una duda, ¿cuál de los dos Álvaros que conozco eres? es que esto de que seais tocayos es un problema..jejeje Pues seguro que el que tu viste en el río era un buen bicho.
Miguel, qué te voy a contar de los bicho que deambulan por las orillas que tu no sepas. Que os habeis marcao unas capturas que no veas.
Tienes toda la razón Antonio.Son momentos que enganchan más que mil lances
Un abrazo para todos y gracias por vuestros comentarios.
Yo soy Satubetis jajaj firmaré a partir de ahora, el barbo que vi en el río andaría tambien por ahí, sobre los 4 kilos, era impresionante de verdad, flipé en colores. jajaj
Bueno, un saludo¡¡
lo has narrado perfectamente Luis ese momento de infarto para ti quedara, ese barbo es un autentico reto para un futuro, me has recordado mi encuentro con aquel bass puffff es imposible pensar en otra captura cuando sucede un encuentro con el pez posiblemente mas grande de tu vida.
Saludos.
Creo que nos encontramos en condiciones expepcionales para pescar a mosca,quizas solo haya que esperar un par de dias y seguro alguno de nosotros volverá a dar con "El gran lomo oscuro"solo será cuestion de suerte;otra cosa será conseguir sacarlo del agua,jajajaja
Un saludo
La emoción de esos momentos de pesca sólo te la puede dar esta modalidad en la que su magia se hace casi palpable... enhorabuena Luis.
saludos
Ay Javi... ese bass me ha dado que pensar hasta a mi que ni siquiera lo vi. Los grandes barbos son tan difíciles... Tienen que coincidir muchos factores para conseguir alguno y de momento se resisten.
Eduardo, como bien dices, una cosa es verlo y hablar de el y otra bien distinta es sacarlo del agua.
Marcelo gracias por tu comentario y me alegro de que os guste haber compartido esa magia conmigo.
Un abrazo amigos
Hno. de los anzuelos, Luis:
Me hizo acordar cuando ñino visitaba junto a mi Padre, a mi amado batel.
Hoy hay un solo puente largo en la carretera, antes varias alcantarillas. Desde una de estas, con el agua transparente veía nadar "orondos" a los grandes "lingotes de oro con escamas".
Verlos en sus hábiatat y en estado salvaje, es como estar en otra dimensión.
Un abrazo y,...
Un afectuoso sapukay.-
Bonita entrada Luis como siempre, jejej felicidades por esas capturas. Veo que te lo pasaste de lujo, una pena que ese barbaco no entrara a la mosquita, pasara al igual que con los basses, son muchos años de vida para alcanzar ese peso y muchos señuelos y personas vistas intentando engañarlos.
Por cierto muy chula tambien la primera foto con la hierva verdecita y la piragua jeje.
Felicidades!!
un saludo
Que maravilla de barbo gitano. Magnífico reporte de la jornada de pesca.
Voy a gozar siguiendo este blog.
Un saludo
Bueno Álvaros... ya os tengo identificados. Satu, ese barbo del río... quien lo pillara ¿no? 4 kilos... tremendo.
Álvarobético, me alegro que te guste la foto. Era un gran ejemplar, pero el que saqué fuetoda una alegría. Un abrazo para los dos.
Exos, bienvenido a este humilde blog. Le he echado un vistazo al tuyo y me ha gustado mucho. Tengo pendiente visitarte con tiempo. El problema es que ahora no dispongo de mucho. Hablamos.
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