garantizando así el suministro por mucho tiempo.
El espectáculo que supone ver nuestras grandes masas de agua con esos niveles es muy gratificante. Este embalse está rebosante de vida en estos días. Al llegar, ya desde el coche, se veían los lomos de las carpas orilladas, brillando al sol. Amontonadas pero sin demasiado interés por mis imitaciones. Entre las carpas algunos barbos y entre la vegetación sumergida los bases. En esta ocasión iba desde orilla. Hice un primer tanteo para ver que era lo que comían los peces y la verdad es que no llegué a saberlo.
Probé con todo tipo de imitaciones y no fue cosa fácil. Tantee entre la vegetación y salieron algunos bases, pero de ciprínidos nada de nada. Por más que afinaba en los lances y lanzaba con la máxima delicadeza...
Intenté pescar más fino. Cogí la caña del #5 para ganar en suavidad y solté el "palo de escoba" para lineas del #7 al #9 que suelo usar normalmente para peces mayores y con la que es algo más complicado hacer lances cortos y efectivos.
Puse un bajo del 20 y comencé a pescar con el máximo sigilo. La cosa comenzó a funcionar.
Algunos barbos y carpas cedieron y acabaron fuera del agua.
La talla... la normal en este embalse. Peces de pequeño tamaño y muy resabiados, seguramente debido a la presión a la que se ven sometidos. Los lugares accesibles a pie de este embalse suelen ser el escenario de infinidad de concursos de pesca al coup. Sólo con una embarcación se accede a las "colas" interesantes...
Pero bueno, así fue la pesca y así la disfrutamos...
Después de la intensa jornada... a descansar
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