El ciclo del agua tiene algo mágico para mi. Se va transformando constantemente en un incesante viaje, de un lado a otro del planeta. El agua que hoy se evapora en el Mediterraneo puede caer en forma de lluvia en cualquier parte del mundo, así una y otra vez, convirtiéndose en un ciclo constante que, caprichosamente va de aquí para allá, condicionando incluso nuestra historia, pues dependemos de ella.
Del sólido del hielo de los glaciares, por el efecto del calor, pasamos al líquido de nuestros ríos.Los ríos de alta montaña nos muestran la pureza inicial de sus aguas...
Hasta pronto
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