Este domingo he aprovechado el par de horas libres de las que disponía para dar un pequeño paseo por la orilla trianera del Guadalquivir. Los basses trianeos tienen fama de mantener la actividad casi todo el año. Con el equipo del ocho y algunos streamers me dispuse a tentar suerte. Algunos bandos de alburnos deambulaban pegados a la orilla. Ese era mi objetivo, los bandos de peces pasto bajo los cuales se suelen apostar los depredadores. Entre lance y lance me encontré con David, experimentado pescador de spinning. Él llevaba varias horas intentando engañar a los centráquidos usando un montaje drop shot, en teoría de lo más eficaz para la época y lugar en que nos encontramos. A pesar de todo, no consiguió ni una sola picada. Tras despedirnos seguí intentándolo, pero nada. Viendo que las posibilidades eran muy escasas decidí cambiar de registro. Saqué mi caja de moscas y monté una imitación de miga de pan ya que la zona es buena para las lisas. Ahora era cuestión de localizarlas... Estaba apostado a las espera de alguna señal, cuando escucho una voz desde lo alto del Puente de Triana que me decía "allíííííí, alliííííííí" miro hacia arriba y veo a un señor indicándome donde había un bando de buenas lisas. Se ve que entendía algo de pesca pues me señaló justo lo que yo anadaba buscando. Los peces estaban lejos de la orilla, pero el equipo "pesado" que usaba me ayudó a alcanzar la distancia sin problemas. Un par de lances y la picada no se hizo esperar. Una esbelta lisa posó su librea sobre la hierba de la orilla. Brindé la captura al amable señor del puente y la devolví al agua. Tres peces más aderezaron este ameno y entretenido ratito de pesca tan cerca de casa.Las lisas eran muy bonitas. Presentaban una librea esbelta y un color plateado muy limpio.
Hasta pronto