5.9.09

ENTRE PECES Y MONTAÑAS

Siempre que volvemos de hacer algún viaje por nuestro país en el que hemos conocido lugares nuevos, siento una especial necesidad por reencontrarme con alguno de los parajes en los que nací como pescador. Uno de estos rincones está en plena campiña gaditana, donde el Guadalete es represado y se ensancha, invadiendo una gran llanura. En estas playas de agua dulce de suaves orillas y bello y contrastado paisaje, descubrí grandes cosas, algunas de las cuales cambiaron el rumbo de mi vida para siempre. Al pescar en sus bajíos es difícil evitar que se me vayan los ojos hacia las enormes moles calcáreas de la Sierra de Grazalema que, como grandes gendarmes, vigilan desde las alturas todo el valle del Guadalete, desde su nacimiento hasta su desembocadura en el mar. Hace muchos años, pescando junto a mi padre estas orillas, me comenzó a intrigar una cuestión... ¿cómo se verá este embalse desde aquellas cumbres? Unos meses después, mi hermano Antonio y yo, pisamos la cima del Torreón, la más llamativa de todas, que con sus 1654 metros de altura sobresale imponente por encima de las demás. Fue un día nublado, en el que no pudimos gozar mucho tiempo de las grandes vistas que normalmente ofrece este majestuoso mirador. Tan sólo se abrió un hueco durante unos minutos, pero fue suficiente para ver la mancha azulada del embalse, haciéndose realidad una de mis ilusiones. Pero las vistas iban mucho más allá: El Estrecho de Gibraltar, detras la silueta de la Cordillera del Rif en Marruecos, todo el Sistema Penibético y hasta las altas cumbres de Sierra Nevada. Sobrecogedor.

Maravillados por aquellas arrebatadoras sensaciones, tuvimos muy claro que el gran esfuerzo que supone subir una montaña se ve compensado con creces al llegar a la cima. Así nació nuestra profunda afición por la montaña, que tanto mi hermano como yo mantenemos viva.
Aquella fue la primera gran cumbre. Luego siguieron las de la Sierra de Ronda, el Torcal, Tejeda y Almijara, Sierra Nevada, Cazorla, la Sagra, Gredos, Picos de Europa, Los Pirineos, El Atlas, etc... La culminación de esta aventura montañera llegó con las acensiones en Los Alpes, una de las grandes maravillas de nuestro planeta, donde caminas literalmente por el cielo...

Realmente aquella visión desde las aguas del Guadalete cambió mi vida...
Tras la vuelta de nuestra reciente visita a las tierras leonesas, decidimos pasar una tarde en este entrañable lugar.
Mientras acechaba a las carpas me asaltaban muchas de estas sensaciones del pasado, pasándose las horas sin darme cuenta. Ahora que el embalse está casi lleno, los paisajes acentúan su belleza. Los peces fueron saliendo uno detrás de otro. Mientras soltaba una carpa, por el rabillo del ojo veía la siguiente deambulando en busca de alimento.

En poco tiempo más de una docena de ellas cometieron el error de creer que aquella ninfa destartalada era algo interesante que llevarse a la boca.


Con el sol todavía muy alto emprendimos precipitadamente la vuelta a casa... Trufa, en una de sus carreras se clavó un alambre de espino. Preocupados por la inflamación de una de sus patas pusimos tierra de por medio para, en poco más de una hora, estar en la consulta del veterinario en Sevilla. Allí le practicaron las primeras curas a nuestra perrita
Así transcurrió la tarde del lunes en uno de nuestros rincones preferidos...
Una semana después Trufa sigue convaleciente por la seria infección, de la que ha mejorado considerablemente con los días gracias a un fuerte tratamiento.
Hasta pronto.

15 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso relato amigo Luis, por lo que cuentas debe ser un paraje maravilloso y si además lo ves con la caña en la mano mejor que mejor, un abrazo.

José A. Torres dijo...

Espero que la perra haya mejorado, Luís.
Estupendo relato. Un abrazo.

Javi Mateos dijo...

Al igual que a ti esas montañas me traen gratos recuerdos.... mis primeras salidas a Bornos me dieron a entener muchas cosas entre ellas y por desgracia las calamidades por las que puede pasar un embalse por culpa de las sequias, ni si quiera un coloso como lo es este embalse puede pasarlas sin quedarse practicamente seco, quizas el destino me hizo irme a vivir a un lugar donde por suerte desde lo mas alto puedo divisar de Este a Oeste practicamente todos los picos que existen, un verdadero lujo.
Muy bonita la entrada y haber cuando subimos al Torreon me gustaria mucho ver esa panoramica.
Saludos y que se mejore trufa

Javi Mateos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Álvaro-Satubetis dijo...

Precioso el relato Luis¡¡ y ánimo Trufa¡¡ que te mejores¡¡:D

Barbux dijo...

Estupenda forma de narrar la mezcla de estas dos aficiones. Se te nota mucho la pasion que le pones a ambas.
Un saludo y que trufa tenga mejoria pronto.
Barbux

Miguel-Peskacor dijo...

Una de las mejores recompensas en una salida de pesca es disfrutar del paisaje, del campo. Hay días en los que el paraje en el que pescas, supera con creces a las mejores expectativas de dichas aguas, por lo que ya te vas satisfecho.Me encanta tu estilo narrador, Luís. Sigue así!!

Josiño dijo...

Se me ha erizado hasta los pelos de las palmas con lo de las vistas desde esa montaña.
!!Eso tengo que verlo¡¡
Hay cosas que pueden marcar el futuro de una persona.
Te comentaré que Félix Rodríguez de la Fuente iba para odontólogo, pero decidió dedicarse a la naturaleza cuando contempló como un halcón o un azor (estoy en dudas)capturaba a una paloma.
Qué grande eres macho.
Bueno ... y de la pesca no hablamos.
Me da lástima el incidente de Trufa. Me recuerda cuando una perrita nuestra se cortó un tendón con un cristal.
Qué se recupere pronto.

J.A.Villaverde dijo...

Ya decía yo que el 8000 que te marcaste en otra entrada venía de atrás je...jeje, desde luego que estando allí arriba tienes que sentirte en las nubes (y nunca mejor dicho), un saludo Luis y que se recupere pronto Trufa.

Luis Guerrero Gómez dijo...

Antonio, muchas gracias. Es realmente bonito. Mi hermano y yo siempre decimos que trazando un radio de 100 kilómetro alrededor de Sevilla hay unos sitios espectaculares.
Gracias J.Antonio. Si que está mucho mejor. Pero estos perros de caza son hiperactivos y estan siempre escacharraos...jejeje
Javi, me comprometo aquí y ahora a llevarte a esa cumbre y por la tarde nos vamos a Zahara a dar unos lances. Día de multiaventuras...jajajaja Cuenta con ello. Por supuesto hago extensible la invitación a todo aquel que se quiera apuntar. Seré un buen guía. Nos vemos mañana en el cuartel...
Alvaro, muchas gracias. Espero que nos veamos pronto.
J.Anotonio, muchas gracias. Siempre he tenido el corazon dividido. Siempre le he puesto un pero a la pesca... y es que me quita tiempo para la montaña. Jejeje. Nos vemos constantinense
Miguel, muchas gracias. Estoy completamente de acuerdo contigo. Eso es lo que nos pasa a los que nos gusta sacarle partido a todo. Cordoba os pilla un poco alejada, pero cuando querais venir por esta sierra será un placer acompañaros. Suerte para este finde.
Josiño, ese paisaje es digno de ver. Piensa que Sierra Nevada y la cordillera del Rif quedan a unos 150 kilómetros. El aire a esas alturas está muy limpìo y se alcanza una distancia increible. Lo más de lo más fue ver desde la cumbre del Mont Blanc algunas montañas que estaban a trescientos kilómetros. Es como el paisaje desde un avión pero con los pies en el suelo. Bueno, que se me va la olla. Ya conocerás estas sierras. Ufff... ¿una rotura de tendón? mal asunto. Espero que se recuperara. Un abrazo galleguiño.
Muchas gracias Capote. Tu si que tienes estos lugares a tiro de piedra. Avísame cuando quieras conocerlos. Ya me contó Jose vuestras jornadas de pesca... qué envidia.
Un abrazo

Leo Kutú dijo...

Hno. de losanzuelos, Luis:
Siempre me gustaron las alturas, en mi caso no tengo montañas asi que me las arreglaba por los árboles, ja, ja, ja. Aùn hoy cada vez que veo los altos eucaliptus y pinos frente a mi casa, recuerdo mi niñéz y me imagino por las copas, ganas no me faltan ja, ja, ja.Por suerte nunca se me rompió una rama allá arriba,...
Pobrecita tu Trufa, los animales me sensibilizan mucho, ¡que pronto esté totalmente recuperada!.
Para ti,...un afectuoso sapukay,
y para Trufa,...un afectuoso ¡GUAU!!!!

TRUFA dijo...

Muchísimas gracias por vuestros ánimos! Esto de estar de baja lo llevo fatal. Me pinchan a diario,me vendan, no me dejan que me lama el pie y lo peor.. me dan pastillas escondidas en quesitos..!
Quiero irme de pesca..........

Miguel-Peskacor dijo...

Tranquila Trufa, que todo llega..verás como ya mismo estás buena. Eso sí, la próxima vez que vayas corriendo como una loca por el campo, ten más cuidado por donde pisas..Es que tu dueño no te ha dicho que por el campo no se corre, eh..? Aunque alguna vez lo hayas visto corriendo como un loco enganchado a una carpa, o sumergido hasta el cuello con la caña en alto, no le hagas caso que así le va....jejejejeje

PD: no te fies de nadie que te dé un quesito

Muy bueno lo de Trufilla, jajaja

Josiño dijo...

!!!Ostras¡¡¡
Así que la Trufa tiene cuenta de blogger y sin embargo no contesta al teléfono.
Un animal fuera de lo común sin duda.
Cuando alguno de mis gatos se me sube en el teclado sólo aciertan a poner cosas sin comprensión.
Trufa eres un crack como tus dueños.
Lo de las pastillas es por tu bien y siempre será mejor a que las tomes sin nada jejeje.

Gaizka dijo...

Estupendo relato Luis... En alguna ocasión escuché que la Sierra de Grazalema es la zona más humeda de España debido a sus abundantes nieblas.. seguro que es un lujo perderse entre sus vistas.

Trufa maja que te recuperes y pronto podrás estar de nuevo correteando... no vayas a coger blogodependencia...

Un abrazo..